El invierno trae algunas cosas buenas. Y otras no tanto como, por ejemplo, los dolores musculares. Esto es así debido a que los músculos necesitan trabajar más para realizar las tareas y movimientos cotidianos, a causa del frío. Este esfuerzo extra produce contracción muscular, que es la causa el dolor.

El cuerpo humano está preparado para adaptarse al frío, puesto que cuenta con receptores que captan los cambios y podemos adaptarnos a ellos. Por eso nos abrigamos en inviernos, entre otros motivos. El calor relaja los músculos y nos permite movernos con menos esfuerzo. No obstante, veamos algunos consejos para evitar los dolores musculares en invierno.

Cómo se puede prevenir el dolor muscular

Cuando sentimos frío es normal adoptar posturas forzadas casi sin darnos cuentas. Estas posturas incorrectas son las que, en muchas ocasiones, producen dolores musculares. Así que debes vigilar muy bien la postura corporal que pones cuando hace frío.

El dolor causado por el frío no suele aparecer de repente. Lo habitual es que lo percibamos después de haber pasado frío durante unas horas, quizás después de una jornada de trabajo o de estar mucho tiempo al aire libre. Por eso es importante que tengamos en cuenta algunas precauciones previas.

Consejos para evitar los dolores musculares en invierno

Si planeas salir de casa o sabes que vas a estar expuesto al frío, debes elegir bien la ropa de abrigo. Si evitas pasar frío, conseguirás disminuir las probabilidades de que te duelan los músculos. Pero tampoco es bueno ir tan abrigado que pases calor, porque el contraste y el sudor no son buenos ingredientes para el frío.

Cuando hace frío, ¿qué posturas solemos tomar? Si te fijas, la mayoría nos encogemos de hombros, agachamos la cabeza y tendemos a encogernos involuntariamente. Por eso, las lesiones musculares por culpa del frío más habituales son los dolores de hombros, cuello y espalda.

Una forma de combatir el frío es la hidratación, por eso debes beber agua regularmente durante el día. En verano es más fácil conseguirlo porque el calor da sed, pero con el frío puede pasar mucho tiempo y darnos cuenta de que no hemos bebido agua.

Si tienes tendencia a contracturas musculares debes prepararte para la temporada de frío. Deberías acudir a un fisioterapeuta para que te aconseje algún tratamiento que impida el empeoramiento de las contracturas.

Antes de realizar cualquier trabajo o actividad física, te recomendamos hacer ejercicios de calentamiento antes y después. Así evitarás roturas fibrilares por movimientos forzadas en frío. Con estos consejos prácticos que te damos desde nuestro centro de fisioterapia en Pamplona, todos podemos evitar dolores musculares típicos del invierno y lesiones innecesarias. Cuesta poco cuidarse, pero aporta muchos beneficios para la salud a largo plazo.

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